Nuevo Rumbo: Han pasado ocho años desde que se iniciara el conflicto laboral por el cual se os condena a tres años y medios de prisión. Quizá sería necesario remontarnos al origen para entender la trascendencia que esta sentencia tiene para el movimiento obrero y sindical.
Las Seis de la Suiza: El origen del conflicto se remonta a la campaña de sindicalismo de base centrado en la hostelería y el pequeño comercio que llevamos a cabo durante aquellos años en el sindicato.
Era una campaña de mínimos (las reivindicaciones eran el cumplimiento del convenio, el pago de atrasos o diferencias salariales debidas a malas clasificaciones profesionales…) pero, en un proceso de acumulación de fuerzas, la inercia era cada vez más grande y, lo más importante, estábamos demostrando que la acción sindical directa funcionaba, que el apoyo mutuo era la única herramienta para defenderse en curros en los que la plantilla es muy reducida y la proximidad del jefe resulta asfixiante para la organización sindical dentro del tajo.
La Brigada de Información actuaba de forma proactiva, presentándose como una aliada ante los empresarios con los que manteníamos conflictos. No podían permitir que siguiéramos demostrando cuál era la clave para defender los derechos de las trabajadoras más precarias.
Nos consta que hubo ofrecimientos a más empresarios, pero quien aceptó ser la herramienta de la Brigada de Información fue la pastelería La Suiza, posiblemente influenciada por el hijo del dueño, que ya antes llegó a ser un meme en internet debido a sus fantasías sobre su poder, su filia por la extrema derecha y su amor por las querellas.
NR: Durante el proceso la empresa os denunció en diferentes ocasiones, y esas denuncias fueron desestimadas, hasta que caen en manos del juez Lino Rubio Mayo, con una destacada trayectoria en el ejercicio de la represión contra el movimiento sindical y social en Asturies. ¿Cómo recibís y analizáis que lo que era un caso de explotación laboral y acoso contra una trabajadora haya sido convertido por este juez en una imputación de coacciones al empresario por la que se os condena a tres años y medio de prisión?
Las Seis de la Suiza: Sabemos lo que es la represión, pero es cierto que en este caso hay varias cosas novedosas. A diferencia de otros montajes policiaco-judiciales, en este no se han inventado siquiera el más nimio acto de violencia, lo que lleva a condenar la acción sindical en particular y la protesta pacífica en general.
Entrando en lo más humano y más concreto, lo más sangrante del poco cuidado que han puesto en la sentencia es que han condenado a la trabajadora de la pastelería, que debido a su estado psicológico no participó ni de negociaciones ni de concentraciones, a la misma condena que a las cinco personas solidarias con ella. Es decir, aunque a todas nos haya caído la misma pena, a algunas ha sido por manifestarse; a otras, por reunirse con la empresa; y a ella, por el mero hecho de contarlo.
NR: El abogado de la empresa es el juez en excedencia de la Audiencia Nacional Gómez Bermúdez. En una entrevista con un periódico asturiano, hacía unas declaraciones llamativas tras conocer la sentencia en las que reconocía haber tenido suerte por haberse «encontrado a un juez valiente», y sobre sus consecuencias para el ejercicio de la acción sindical afirmaba «van a tener que medir muy bien lo que les exigen a los empresarios y cómo se lo exigen». ¿Entendéis que vuestro caso pueda estar enmarcado en una tendencia reaccionaria para afianzar el poder de la patronal frente a los trabajadores?
Las Seis de la Suiza: Sí, resulta obvio que esa tendencia existe y que nuestro caso puede ser una punta de lanza de esa tendencia. Pero no afecta exclusivamente a las trabajadoras organizadas en sindicatos. En la misma entrevista, Gómez Bermúdez avisaba que la sentencia no limita la libertad sindical en exclusiva, sino la libertad en general. Con esta interpretación judicial ningún movimiento popular está a salvo: si el sindicalismo, que se supone especialmente protegido a nivel legal, es condenado porque se interpretan las concentraciones como coacciones, cualquier movimiento popular que resulte molesto podrá ser igualmente castigado. Es un retroceso en los derechos fundamentales a nivel general.
NR: ¿Cómo valoráis la solidaridad recibida por el movimiento sindical y popular, y la importancia de la generalización de la respuesta unitaria que se ha dado en vuestro caso ante la agudización de la tendencia reaccionaria del Estado capitalista?
Las Seis de la Suiza: Ante una sentencia ejemplarizante, la clase obrera da una respuesta ejemplar. Aunque tengamos que dedicar fuerzas a luchar contra la represión en lugar de avanzar en la conquista y consolidación de derechos, el ataque ha sido tan desproporcionado que ha generado una respuesta unitaria histórica, aunando a todos los sindicatos a lo largo y ancho del Estado, además de a la sociedad civil.
NR: Recientemente, el juez Lino Rubio Mayo desestimaba la solicitud de suspensión de la condena en contra del criterio de la defensa y de la fiscalía, y se agotaba así la vía judicial para evitar el ingreso en prisión. Han sido convocadas en todo el país movilizaciones de solidaridad que se espera sean masivas, de cara a forzar un posible indulto. ¿Cómo afrontáis este ciclo de movilizaciones?
Las Seis de la Suiza: Nos confirman la certeza que teníamos de la solidaridad de clase frente a la represión y nos llenan de fuerza para afrontar lo que quede por venir.
Ellos quieren mandar un mensaje muy claro: si hablas, si te mueves, si te organizas, te reprimiremos. Nosotras, la clase trabajadora, tenemos que responder con contundencia: Si reprimes a alguien por luchar, vas a generar que nos unamos para dar una respuesta en la calle, para arropar a las compañeras, para paliar la represión.