Luchar en todas las condiciones (I)

Los días 15 y 16 de noviembre tendrá lugar la última fase del III Congreso del PCTE. Llevamos varios meses discutiendo los documentos sometidos a debate en un proceso que se desarrolla bajo la consigna “Un Partido para luchar en todas las condiciones” y nos estamos adentrando ya en la recta final.

¿Qué significa eso de “luchar en todas las condiciones”? Reconozco que me lo han planteado varias personas cercanas al PCTE a lo largo de estos meses y, en lugar de contestarles con un poco edificante “léete los documentos”, en todas las ocasiones opté por darles algunos argumentos que ahora quiero compartir con los lectores de Nuevo Rumbo.

Luchar en todas las condiciones significa, en primer lugar, tener claro que queremos seguir luchando. Esto no es ninguna perogrullada. En nuestra época, cuando el trabajo militante es denostado y se promueven las vinculaciones dispersas, coyunturales y cibernéticas con todo proyecto organizativo, la reivindicación de la lucha organizada, paciente y enfocada hacia objetivos estratégicos, así como de la militancia consciente, completamente alejada del mero activismo, es una necesidad no solo para nosotros, sino para toda nuestra clase.

Hay quienes esperan ver a los y las comunistas derrotados, desanimados, incapaces. Lo esperan con todas sus fuerzas porque saben que es en la organización comunista, en la organización encaminada hacia el derrocamiento revolucionario del capitalismo, donde se asienta su peor enemigo, ese que ya los ha derrotado en el pasado y que tiene la capacidad de hacerlo no sólo en el futuro, sino de forma definitiva. ¿A qué se debe, si no, ese permanente esfuerzo, redoblado en los últimos tiempos, de los capitalistas y sus representantes por ridiculizar, demonizar o “acusar” a cualquiera que se les ponga enfrente de comunista? Los burgueses tienen claro su enemigo, pero la mayoría trabajadora no tiene tan claro dónde reside su fuerza ni por dónde pasa la solución a los terribles problemas que nos afectan y que, todo sea dicho, ya se han intentado resolver por múltiples vías bajo el capitalismo… sin éxito.

Luchar en todas las condiciones significa, entonces, que seguimos comprometidos con nuestra tarea, con los objetivos que plantea nuestro Manifiesto-Programa, aunque pueda parecer que tenemos una labor ingente debido a la tremenda capacidad de nuestros enemigos de clase por convencer a los nuestros de que no hay alternativa a los modelos de gestión capitalista que les plantean. También, por supuesto, aunque la socialdemocracia pretenda consolidarse como portavoz de los intereses de la mayoría trabajadora para canalizar, por la vía institucional y parlamentaria, por la vía de la paz social, toda la lucha social y política de nuestra clase.

La evolución de los acontecimientos en los últimos años demuestra que, a pesar de lo acertado de nuestros análisis, necesitamos convertir en realidad material y diaria de la clase nuestra propuesta política. Y también que las condiciones de lucha en España durante el período de desarrollo capitalista de las últimas décadas pueden cambiar en cualquier momento, dado que las posiciones más reaccionarias están cada día más presentes en toda la sociedad, se presentan sin disimulo y abiertamente en espacios y en personas que antes las rechazaban.

Luchar en todas las condiciones implica estar preparados para que, por mucho que las cosas se pongan difíciles, sigamos planteando la necesidad de la unidad de la clase, del rechazo frontal a la colaboración con las fuerzas capitalistas y la prioridad absoluta de desarrollarnos y fortalecernos en los centros de trabajo, allí donde todo proletario se reconoce como tal por mucha propaganda que le echen encima.

Continuará…

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