Nuevo Rumbo: María, encantados de saludarte otra vez desde Nuevo Rumbo. Hace unos años os entrevistamos a ti y a otras compañeras del Comité de Empresa de Decathlon Puerto Venecia (Zaragoza). ¿Cómo ha cambiado la situación en el centro de trabajo desde entonces?
María Seral: ¡Hola, compis! Es un placer estar con vosotros de nuevo, y agradecida de que nos volváis a dar voz. Ha llovido desde que nos vimos en 2023.
Seguimos en activo sindicalmente hablando, aunque hubo bajas en el comité: el ambiente se caldeó en la tienda con los jefes tras ganar las elecciones (se ve que no les gustó eso de que nos votara más de mitad de la plantilla) y alguno de mis compañeros ha acabado cambiando de curro. Pero bueno, yo sigo pico y pala trabajando como delegada y hace poco fui elegida como delegada LOLs (estatal); eso no ha hecho más que darme más fuerzas y herramientas para seguir la lucha.
Respecto a la tienda… caras nuevas (porque la rotación es marca Decathlon), algún que otro superior que escapó con el rabo entre las piernas y varios logros, pero seguimos con unas condiciones laborales muy por detrás de otras empresas de nuestro sector.
NR: ¿Y cómo enfocas el trabajo a nivel de centro?
MS: Como representante de CCOO, allí dentro soy la única que queda, pero NUNCA estoy sola, y nunca me he sentido sola.
Los años de experiencia en este inhumano mundo laboral, unidos a mi conciencia de clase, me hicieron llegar a la conclusión de que «mis» problemas, o los problemas de «mi» centro de trabajo, no son casos aislados. Lo que sucede en Decathlon Puerto Venecia es probable que esté sucediendo en Decathlon Guadalmar, en Alcorcón o en El Puerto de Santa María. Y cuando te das cuenta de esto, descubres que las soluciones a los problemas y las herramientas para combatirlos se encuentran trabajando en colectivo. Es ahí cuando comienzas a caminar acompañada, te apoyas en compañeros que ya han ganado las mismas batallas que estás peleando tú ahora… Organizarse ahorra mucho desgaste personal innecesario.
Por ejemplo, nos pasó hace poco con las Evaluaciones de Riesgo. En mi tienda no estaba actualizada desde 2015 y resultó que tampoco lo estaba en decenas de otras tiendas Decathlon en España. Y, como si fuéramos ejército, solicitamos la actualización en Puerto Venecia y, a continuación, en varios Decathlon de otras comunidades en los que estábamos; conseguimos que las actualizaran y se reevaluaran los riesgos reales (no sin alguna que otra denuncia en Inspección de Trabajo de por medio). Si hubiéramos intentado hacerlo cada centro por separado, seguramente a la empresa le habría resultado mucho más sencillo escurrir el bulto.
Así que puedo decir que tengo la suerte de formar parte de un sindicato donde, a nivel práctico en el campo de batalla, somos casi 60 delegadas concienciadas en tiendas de Decathlon de toda España, con quienes mantengo contacto constante día a día. Surgió desde el propio grupo la iniciativa de coordinar diferentes áreas de trabajo: unas se encargan de temas de documentación; otras, de temas legales; otras, de las redes sociales; otras, de los temas de igualdad; otras, de temas de prevención y salud laboral… Y así con todo. A pesar de la distancia, conseguimos que la lucha y el trabajo salgan adelante, apoyándonos en cada asamblea que realizamos y en cada grupo.
Por lo que, a pesar de quedar solo yo con los delegados del sindicato amarillo en mi centro de trabajo en Puerto Venecia, mi enfoque sindical no ha cambiado en absoluto; sigo con la firmeza y las mismas exigencias que desde el primer día, y con un apoyo detrás que vale oro. He tenido que aprender a gestionar mejor mis horas sindicales para llegar a todo, pero al final en esto estamos por puro principio de clase. Siempre he dicho que esto es mucho más grande que solo un Comité. Y después de dos años y medio de aventuras sindicales, mi objetivo principal sigue siendo estar al servicio de mis compañeras para todo lo que necesiten y seguir haciendo de intermediaria, levantando la voz y tomando las medidas necesarias cuando Decathlon incumple en materia laboral. A pesar de que la empresa, a día de hoy y tras muchos intentos de conciliar, sigue siendo más de no negociar y de imponer, no me tiembla la mano cuando algo tiene que acabar con una denuncia por mi parte ante Inspección de Trabajo, y ya van unas cuantas favorables para la plantilla en los últimos años.
Tampoco puedo dejar de mencionar que, en mi caso, conseguí rápidamente que en mi sindicato CCOO fueran conscientes de las represalias y el brutal acoso que recibía por parte de Decathlon por ser delegada sindical (igual que sucede en todos y cada uno de los territorios en los que tenemos representación) y, por ello, a día de hoy puedo decir que CCOO se ha volcado conmigo y tengo a mi disposición a los mejores asesores sindicales allí dentro, y un gabinete jurídico brutal, que va adelante con cualquier tema legal que les proponga.
Además, por primera vez también desde hace muchos años, conseguimos 4 delegados y nuevo Comité en el Almacén de Decathlon que tenemos en Plaza. Eso nos ha dado mucha fuerza también a nivel local porque vemos que las plantillas de Zaragoza confían cada vez más en nosotras.
NR: Estamos acostumbrados a contemplar un discurso derrotista en el campo de la lucha obrera, ya que no quieren que los ejemplos positivos cundan entre nuestra clase. ¿Nos puedes contar algunas de las victorias que habéis tenido contra la empresa?
MS: La lucha sigue sigue existiendo y sigue existiendo, y eso no cambiará mientras siga habiendo gente como vosotros, o como mis compañeros y yo.
A nivel local, te diría que una de nuestras grandes victorias ha sido conseguir que Decathlon ponga el foco en la salud mental de la plantilla, tras innumerables bajas por ansiedad y estrés debido a las condiciones precarias y la sobrecarga de tareas que sufrimos. Tanto en mi tienda como en el almacén de Plaza hemos conseguido que se determinen los riesgos psicosociales de nuestros trabajos a través de una herramienta de evaluación creada por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) de España, como es el cuestionario FPsico. Los resultados han sido clarificadores para nosotras, que ya nos lo esperábamos, y ahora hay que trabajar en las medidas concretas para presionar a que Decathlon deje de fundirse nuestra salud mental.
¡A nivel estatal hemos conseguido alguna que otra cosilla también! Gracias al curro de análisis que hicimos en las sombras las delegadas, en 2023 interpusimos una enorme demanda de Conflicto Colectivo de Tutela de Derecho por Vulneración al Principio de Igualdad contenido en el Art. 14 de la CE, porque descubrimos que a las compañeras con contrato a jornada parcial (somos más del 70 % de plantilla a jornada parcial involuntaria) no nos estaban pagando el plus de flexibilidad horaria, y a las compañeras con jornada completa, sí, realizando TODAS dicha jornada flexible.
Gracias a este conflicto, conseguimos a principios de 2024 que Decathlon devolviera más de 800.000 € a la plantilla en jornada parcial de España, y no sabéis la alegría que fue el ver llegar en nuestras nóminas ese dinero que era nuestro desde un principio, y que peleamos con uñas y dientes. Y, por supuesto, corrigieron la tabla salarial.
Otro de los grandes logros recientes del que no puedo dejar de hablar es la sentencia estimatoria de la Audiencia Nacional que conseguimos hace unos meses tras la Demanda que interpusimos desde CCOO Servicios por Vulneración de Derechos Fundamentales y Represión Sindical. Decathlon la ha recurrido, por supuesto, pero de momento la Audiencia Nacional les ha impuesto una multa de nada más y nada menos que 30.000 € y otros 3.000 € por temeridad en sus respuestas en el juicio (por poco menos que vacilar a los jueces, vaya). Se ve que no les ha sentado muy bien a los jefitos, siguen con la represión sindical, así que os adelanto que es probable que esto no acabe aquí.
Por último, y para no alargarme mucho, hace escasas semanas sentamos en el banquillo del SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje, tutelado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social) a Decathlon, por, OTRA VEZ, discriminación a las trabajadoras con contrato a tiempo parcial: descubrimos que no nos estaban planificando todas las horas contratadas, y por lo tanto estábamos dejando de cobrar MILES Y MILES de euros al año. Que, sumado al precario salario por Convenio que tenemos, estaba generando un impacto brutal en el poder adquisitivo de la plantilla. Actualmente estamos de negociaciones con ellos, pero ya han asumido el error y hemos conseguido que corrijan parte de esta discriminación en este mismo 2025, y terminarán en 2026.
Así que, cuando alguien diga que la lucha no sirve, le podéis enseñar este artículo y decirle que cuanto antes empiece a organizarse con sus compañeros antes verá los resultados.
NR: Nosotros analizamos que la temporalidad y la precariedad son dos problemas transversales al empleo, especialmente juvenil. ¿Sería Decathlon PV un caso paradigmático de esto?
MS: Totalmente. Decathlon es el vivo ejemplo de la alianza entre la precariedad laboral, la temporalidad y la rotación de personal.
Empezaré por daros unas pinceladas de lo que se cuece allí dentro… Nula e inexistente conciliación laboral con flexibilidad de jornada firmada por Convenio (que viene a ser que nuestros turnos nunca son iguales; el lunes igual trabajas 4 horas por la tarde; el martes, 5,5 horas por la “mañana”; el miércoles descansas, el jueves, 6,5h por la tarde; el viernes, 8,5h con jornada partida; y el sábado, 9 horas con jornada partida también. Y así, aleatoriamente, semana tras semana; ¡intenta organizarte la vida! Salarios que no llegan a los 19.000 €, sumado a que el 70 % de la plantilla estatal estamos con jornada parcial involuntaria. Sobrecarga de tareas brutal, con cada vez más exigencias: allí somos todas mozas de almacén, reponedoras, cajeras, teleoperadoras, preparadoras de pedidos, vendedoras, analistas de datos, contables… y cualquier cosa que se les ocurra. Escasas contrataciones (cuando yo entré a trabajar en Decathlon, allá por el 2021, en estas fechas navideñas estábamos 40 personas más). Tampoco cobramos ningún tipo de plus, ni antigüedad. Y, por supuesto, si no llevas la camiseta azul de la empresa desde el primer día, date por jodida, porque a todo esto sumamos manipulación, aislamiento y mobbing.
Para poner la guinda del pastel, a pesar de llevar dos años intentando negociar personalmente con la directiva de mi tienda, seguimos cerrando a las 20:00 h los días 24 y 31 de diciembre, y a las 22:00 h la víspera de Reyes. A veces me pregunto si mi familia se acuerda de quién soy, porque los veo menos que a mi director.
No puedo dejar de mencionar la rotación… Para que os hagáis idea, en mi Decathlon, en Puerto Venecia, tienda de 5.000 m2, estamos actualmente para la temporada de Navidad unas 85 personas. De esas 85 personas, sólo la mitad tenemos contrato indefinido, y a jornada completa no hay más de 10 personas en la tienda. Y de las indefinidas, tampoco habrá más de 5 personas que tengan una antigüedad considerable y se puedan llamar “veteranas”.
De la otra mitad de la plantilla, alrededor de unas 40 personas son temporales con fecha de caducidad. Con suerte, se dan cuenta de que las condiciones son una basura y no se quedan en la empresa, o directamente no pasan el periodo de prueba, que es la estrategia que también estamos viendo que utiliza Decathlon: contrata gente joven, con ganas y energía, las exprimen durante un mes y medio o dos, y les dicen que no han pasado el periodo de prueba, cuando la mayoría de ellas son gente súper válida y comprometida con la empresa. Pienso yo: ¿con qué sabor de boca se quedarán, siendo esta su primera o segunda experiencia laboral? Espero que, por lo menos, sirva para poner a funcionar sus conciencias, porque a nosotras nos toca pelear; pero a la generación que viene detrás le va a tocar luchar muchísimo más.
Así que sí, Decathlon aprueba con sobresaliente en temporalidad y precariedad. Malas condiciones. Jornadas parciales involuntarias. Y salario irrisorio. Aquí, con jornadas a 20 o 25 horas, es imposible llegar a final de mes. Tenemos estudiantes que dejan el trabajo porque no pueden conciliar sus turnos (¡¡parciales!!) con el estudio y pagar la matrícula de una asignatura suspensa les cuesta más dinero del que ganan en un mes en Decathlon…
NR: El problema de la alta rotación afecta además a la propia solución al problema, la organización desde la base en los centros de trabajo, ya que los compañeros/as muchas veces duran tan poco que no se plantean sindicarse ni organizarse. ¿Cómo ves este problema y cómo lo enfocáis desde CCOO?
MS: Es cierto que cuando las compis están poco en una empresa, es algo más complejo establecer una relación que dé lo suficiente como para intentar concienciar sobre el camino tan importante que tenemos por delante en defensa de nuestros derechos, y más cuando estás en una empresa tan antisindical como Decathlon. La gente tiene miedo incluso de escuchar hablar sobre organizarse para conseguir mejores condiciones. Pero no es imposible.
Tras estos años de probar muchas cosas, para mí, a día de hoy, la estrategia es sencilla: estar presente y hacerme ver; en los pasillos, en las reuniones de comité, en mi tablón sindical, en redes sociales, con pegatas en mi taquilla. Es quizá lo que más me ha funcionado.
El boca a boca hace mucho también. El “pregúntale a María, que seguro que lo sabe” es habitual escucharlo entre los pasillos del Decat. A mí me encanta, cuando veo que una compi con quien he charlado poco porque acaba de entrar se acerca a preguntarme algo, sé que voy ganando terreno, creando confianza y sembrando semilla. Una vez abres esa veda, esa compi sabe quién está para ayudarla y pelear por sus derechos y se abre un mundo de posibilidades para empezar a concienciar y enseñar que aquí las empresas y la patronal no regalan nada y que, si pueden quitarte algo, lo harán. La conclusión de que acompañadas y organizadas todo es más fácil suele llegar después. Cuando menos te lo esperas, aparece una persona valiente que se atreve a estar al frente en la batalla contigo, y es muy gratificante.
También reconoceré que Decathlon me facilita algo el trabajo, porque ya han perdido la vergüenza, y no hay que ser muy espabilada para saber que si te ponen a hacer el trabajo de 5 personas cobrando por 1, algo está MUY MAL… Y de aquí a proponer una cerve, una afiliación y un “vente a la mani por Palestina”, hay un paso.
NR: ¿Qué campañas estáis llevando a cabo en la actualidad?
MS: ¡Nos pilláis en plena campaña sindical navideña! Que, como en muchos otros, en el sector Servicios y en Comercio es probablemente una de las más duras y menos agradecidas del año… Y el regalo más especial que preparamos en Zaragoza este 2025 es… ¡una movilización en las puertas de Decathlon Puerto Venecia el día 18 de diciembre, de 12 a 14h!
Sabemos que no hay nada que le moleste más a una empresa que tener una mala imagen de cara a la galería, y sabemos que Decathlon invierte mucho en blanquear la suya (en subirnos los sueldos, no tanto). Por eso este año desde la Federación Estatal de CCOO han decidido darnos voz, y el jueves 18 de diciembre salimos a la calle a gritar alto y fuerte que Decathlon explota a sus plantillas y acosa y reprime de forma sistemática a las delegadas de CCOO que plantamos cara a sus abusos. Y esperamos que el mensaje llegue al mayor número de currantes y clientes posible: porque lo vivimos nosotras, y sabemos que también lo viven miles y miles de compañeras del sector.
En petit comité también os cuento que va ser una concentración muy especial y simbólica, porque en gran parte va por todas y cada una de mis compañeras que, allá por el 2023, después de votarme, apoyar mi candidatura y mis ganas de revolver las cosas en Decathlon, no aguantaron la presión y el acoso y decidieron marcharse de la empresa. Porque sin ellas, sin su apoyo, sin sus bromas entre taquillas y sin los esfuerzos que hicieron por mí, yo hoy no estaría aquí hablando con vosotros.
Así que el 18 de diciembre queremos hacer mucho ruido y no dejar a nadie indiferente. ¡Vosotros también estáis oficialmente invitados! Además, estaremos en el Centro Comercial más grande de España, y en uno de los más grandes de Europa… ¿Os lo vais a perder?
Y, bueno… Os adelanto que en un año caduca nuestra basura de convenio que firma el sindicato amarillo de Decathlon, y ¡chan, chan!, estamos empezando a mover hilos… Pero esto ya os lo contaremos en una futura entrevista.
NR: ¿Te gustaría añadir alguna reflexión final para nuestros lectores?
MS: Me gustaría terminar recordando y valorando a la gente que se pone delante para recibir las bofetadas. Gran parte de esa gente somos las sindicalistas, las militantes, las disidentes y las insumisas. Y debemos cuidarnos siempre entre nosotras, y estar orgullosas y recordar que, aunque a veces toque recibir, nuestras conciencias están tranquilas porque actuamos de acuerdo a nuestros principios. Somos quienes peleamos por dejar un mundo y una sociedad mejor a quienes vienen detrás, y qué importante es eso.
Y hay que celebrar cada logro, por pequeño que sea, sin perder nunca la perspectiva de clase. Debemos seguir tejiendo redes, en los centros de trabajo, en los vecindarios, en las asociaciones, en los grupos de amigas, en los colegios e institutos, en los bares, en la calle, incluso en las redes sociales. Cada una, como quiera y pueda, pero nunca dejar de hacerlo. Porque estoy segura de que llegará el día en que los de arriba aprieten tanto que diremos BASTA, y nos daremos cuenta de que organizadas y en piña tenemos toda la fuerza necesaria para cambiar las cosas, sin ninguna piedad hacia quienes creen manejar el cotarro.
Y hasta aquí llegamos, un placer poder estar otra vez entre vuestras páginas de Nuevo Rumbo. Compartimos destino, así que, gracias por dejarme compartir aquí parte de mi viaje también, compañeras.
¡Sin reblar!
María, muchas gracias por la entrevista. Cualquier lector que no conociera Decathlon “por dentro” se habrá hecho ya una idea tanto de las condiciones laborales de explotación como de la represión sindical que ejerce la empresa y, por supuesto, de la encomiable labor que realizáis quienes le plantáis cara a la empresa y ayudáis a la organización de las plantillas a pie de curro. ¡Ánimo y nos vemos el jueves 18!