El PCPE celebra su Escuela Central de Formación los días 10 y 11 de noviembre con la que, a nivel formativo, cerramos la etapa en la que el oportunismo de derechas amenazó la propia existencia del Partido. Esta nueva etapa viene marcada por los acuerdos emanados de nuestro XI Congreso Extraordinario, celebrado en noviembre pasado.
Un Partido Comunista que no coloque la centralidad de la clase obrera como sujeto revolucionario y la contradicción capital-trabajo como elemento esencial de la explotación capitalista, se anula a sí mismo como herramienta emancipadora en manos de la clase obrera. De ahí que uno de los aspectos fundamentales de la Escuela Central sea el “giro obrero”. Es decir, la estrategia de trabajo político que conecte a nuestro Partido con la clase, tomando como punto de partida tanto nuestros análisis teóricos como las enseñanzas de nuestra práctica diaria con colectivos obreros.
Pero un partido que no tenga claro su modelo organizativo, su método de trabajo diario y su práctica política será incapaz de llevar a buen puerto los retos que nos marcamos en los últimos Congresos. Por eso, las tareas de organización, la puesta en valor del centralismo-democrático, son puntos protagonistas de nuestra Escuela.
Finalmente, la crítica y la autocrítica del trabajo militante de los últimos años nos ha permitido, primero, detectar una serie de debilidades que lastraban nuestro trabajo y, segundo, localizar la causa de esos errores para tratar de ponerles solución en el más breve plazo posible; es a lo que llamamos “bolchevización”, o, dicho de otra manera, “un incesante ataque planificado a todas las deficiencias”.
Sin duda, el trabajo colectivo que desarrollemos en la Escuela permitirá a la militancia del PCPE salir reforzada de cara a los duros retos que tendremos que afrontar de aquí en adelante.