Lo venimos manifestando desde hace meses. La socialdemocracia tiene como objetivo reconstruir la confianza de la clase obrera y los sectores empobrecidos con el sistema capitalista. El gobierno del PSOE se basa en una teatralización hacia la clase obrera. Mucho humo y muchas propuestas mediáticas pero ningún cambio real. La forzada propuesta del Gobierno con el tema de las hipotecas es el caso reciente más evidente, estando claro que la misma no tendrá ninguna repercusión, pues los bancos repercutirán la totalidad del impuesto a sus clientes. Todo cumple un objetivo: tratar de convencer a la clase obrera de que frente a las gestiones más agresivas del capital puede haber gestores que “sean de los nuestros”, para que cuando los pobres lo estén pasando mal, piensen que todo se puede resolver mediante un voto. Que todo cambie para que todo siga igual. La misión histórica de la socialdemocracia es servir de dique de contención para las pulsiones revolucionarias del pueblo.
El último espectáculo del teatro socialdemócrata son los Presupuestos Generales del Estado. Con este pacto entre Gobierno y Unidos Podemos nos pretenden vender una supuesta vuelta al capitalismo pre-crisis. Pero ni mucho menos la supuesta subida del salario mínimo, ni un leve cambio impositivo sitúan a la clase obrera en la misma situación que estaba en 2007. Y si contamos que, en estos años los beneficios empresariales se han disparado, el pacto de las socialdemocracias es la admisión del tremendo robo al pueblo que se ha perpetrado durante la crisis.
Los grandes titulares de televisión sobre el aumento del salario mínimo esconden los grandes olvidos de este pacto: no se deroga la reforma laboral, ni la ley mordaza, ni las últimas leyes educativas como la LOMCE, todo ello contemplado en los programas electorales de PSOE y Unidos Podemos. La mayoría de modificaciones son parciales o dependen de futuros acuerdos en el Congreso de los Diputados o en los Ayuntamientos. La subida de las pensiones está limitada a dos años, y tiene el descarado objetivo de anular las movilizaciones actuales para poder seguir recortando con vistas a la siguiente crisis económica. La única medida contra los desahucios es que se va a necesitar un informe previo de bienestar social, pero en ningún caso se establecen medidas para garantizar que la vivienda se convierta en un derecho. Se acuerda la completa descarbonización de España sin incluir ni una sola medida para los trabajadores del sector que se quedan en paro ni para las comarcas mineras. Contra la privatización de la sanidad simplemente se acuerda crear una comisión que estudie el tema, ninguna medida real. Obviamente no se habla de Defensa ni del acuerdo con EEUU de aumentar el gasto militar en la OTAN.
El pacto es claramente insuficiente, incluso para revertir los recortes sufridos y los ataques a nuestros derechos y condiciones de vida. Pero habrá alguien que dirá “mejor esto que nada”. Varios argumentos hay que plantearles a los defensores de la política del mal menor. Primero, esto es un acuerdo entre dos fuerzas políticas, falta pasar los filtros de la Unión Europea, de otras fuerzas que puedan dar su apoyo a los presupuestos, de las enmiendas concretas a los presupuestos en el debate parlamentario y luego en el Senado. Todos estos filtros van a ir limando estos presupuestos en la dirección de vaciar las pocas mejoras que hay. En caso de que se lleguen a aprobar, tendrán poco que ver con el acuerdo entre PSOE y Unidos Podemos. Segundo, es muy probable que estos presupuestos ni tan siquiera se lleguen a presentar por falta de apoyos. La actitud del PSOE ya nos deja entrever el bajo interés que se tiene en conseguir una mayoría parlamentaria, con lo que todo quedará en papel mojado.
Y entonces, ¿para qué ha servido todo este circo? Pues sirve como propaganda política para los partidos socialdemócratas, como la enésima falsa ilusión generada entre el pueblo. Nos dirán que ellos querían aprobar los presupuestos pero que no les ha sido posible, y lo que tenemos que hacer es votarles a ellos en las próximas elecciones para que se haga realidad. Lo cierto es que muchas de las medidas que aparecen en el acuerdo se podrían aprobar al margen de los presupuestos, como la subida del salario mínimo interprofesional. Si no lo hacen es porque no quieren. Porque la función de la socialdemocracia es hacer ver que gobierna en beneficio del pueblo cuando en verdad lo hace en beneficio de la patronal.
Nos vendieron mediáticamente la acogida del Aquarius, pero fue menos noticia el rechazo a la acogida de los siguientes barcos de refugiados. Nos vendieron mediáticamente la eliminación de las concertinas en la frontera, pero no que han aumentado las devoluciones ilegales en caliente respecto a la etapa del PP. Hace meses que el culebrón del cadáver de Franco ocupa portadas, mientras no se mueve ni un dedo en lo verdaderamente preocupante, que es el aumento del fascismo en nuestras calles. Nos vendieron el Real Decreto de las hipotecas como algo en favor de los clientes cuando en verdad era un decreto en favor de la banca.
Unidos Podemos es tan responsable como el PSOE de esta farsa. Difunde las ilusiones socialdemócratas gracias a su influencia entre los sectores populares. Unidos Podemos está siendo muy útil para vaciar las calles y renovar la confianza del pueblo en las instituciones y el capitalismo. Mientras tratan de conseguir un paso adelante, la propia dinámica del sistema nos empobrece y nos lleva 100 pasos atrás. Nos dirán que debemos dar gracias en que hemos dado 99 pasos atrás en lugar de 100, pero si seguimos dando pasos atrás es porque el pueblo está dormido y tiene todavía confianza en el sistema, cosa en la que ellos colaboran fervientemente.
Desde el PCPE rechazamos este acuerdo de Presupuestos. La misión de los comunistas no es corresponsabilizarse en una gestión humana del capitalismo sino destruir el orden social existente para construir un país para la clase obrera.