20 años de gobiernos al servicio de ALCOA

La multinacional estadounidense ALCOA, tercer productor mundial de aluminio, ha puesto en marcha un ERE de extinción sobre la totalidad de la plantilla de las factorías de Avilés y A Coruña, más de 700 puestos de trabajo directos.

A pesar de obtener beneficios millonarios en el conjunto de sus factorías en España, la empresa ha decidido cerrar las plantas deficitarias para aumentar aún más sus tasas de ganancia, al tiempo que se niega a negociar cualquier alternativa que no sea dejar en la calle a miles de trabajadores y trabajadoras.

De nuevo estamos ante el resultado de las políticas de privatizaciones de los gobiernos al servicio del capital: hace 20 años, tras realizar cuantiosas inversiones en mejoras con el dinero de la clase trabajadora, el gobierno de Aznar regaló la empresa pública Inespal al capital estadounidense, a cambio de promesas de inversiones que nunca se hicieron, de nuevos productos que nunca llegaron, de mantener un empleo que fue destruido. Fueron catorce plantas de producción con más de 4.500 puestos de trabajos directos, que quedaron reducidos por esa “eficiente” gestión privada de la que tanto nos hablan a cuatro plantas, con dos al borde del cierre y menos de 2.000 puestos de trabajo directos, la mitad de los cuales a punto de irse a la calle.

Veinte años de gobiernos a su servicio, de miles de millones en bonificaciones en la tarifa eléctrica, de compensaciones. Veinte años de mirar hacia otro lado, de permitir que el capital americano no invirtiese lo prometido, de dejarles desprenderse una a una de las plantas de producción, de destruir miles de puestos de trabajo.

Y ahora todos estos partidos se echan las manos a la cabeza y ven impotentes cómo ALCOA se burla de los representantes políticos y los agentes sociales. Dicen que pondrán todos los medios. Pero nos recuerda la ministra Magdalena Valerio: “no estamos en una economía estatalizada, cómo intervenir la empresa, no estamos en un régimen comunista”. Efectivamente, nos habíamos dado cuenta.

Ante el expolio de la clase trabajadora y el desmantelamiento de nuestra estructura productiva, es imprescindible devolver los medios de producción a la clase obrera. Es necesaria la nacionalización de ALCOA, la expropiación sin indemnización de ningún tipo de todas las plantas, bienes y cuentas de la multinacional en España, y el fin de todo contrato del Estado con Alcoa.

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