Vivimos de nuevo una crisis que está haciendo que aumenten aún más los desahucios, la emigración de nuestros jóvenes y la explotación laboral. Los salarios se mantienen congelados cuando no a la baja y los precios están desbocados en los combustibles, la alimentación, la energía o la vivienda. Nos dicen que todo esto es culpa de la crisis del Covid y de la guerra de Ucrania. Nos trasladan una visión sesgada y parcial de ese conflicto para convencernos de que todo esto es algo pasajero, temporal. La realidad es que los beneficios de las empresas aumentan mientras sangran los bolsillos de la clase obrera. A nadie se le escapa que la guerra de Ucrania es parte de la agudización de la confrontación interimperialista, poniendo en grave riesgo el futuro de la Humanidad y la supervivencia del planeta. Poniéndonos a todos y todas en grave riesgo.
Los llamados a una paz en la región que el gobierno de España ha hecho públicos solo son parte de un falso pacifismo burgués que esconde la defensa de los intereses imperialistas de la alianza con la OTAN. Mientras se arma fuertemente a Ucrania, con el objetivo de desgastar a Rusia, se obvia la situación dramática que vive la clase obrera en países como Palestina, El Sahara Occidental ,Yemen, Libia o Siria, víctimas también de invasiones imperialistas con el beneplácito de la OTAN.
Una clase obrera como la de España, que ha sido capaz de ponerse en pie, de organizarse, de disciplinarse, de escribir páginas gloriosas de heroísmo y de responsabilidad, tiene que saber organizarse en momentos tan difíciles como estos para evitar las dramáticas consecuencias que vamos a sufrir producto de la confrontación entre potencias imperialistas.
Es por este motivo por el cual el viernes 6 de mayo de 2022 tuvo lugar el acto de presentación de una nueva organización llamada COSPAZ, Comités de Solidaridad entre los Pueblos y por la Paz. Una organización que nace con el objetivo de luchar contra la guerra imperialista y por la defensa de la paz mundial.
El imperialismo es la fase superior y última del capitalismo. No se trata sólo de una política exterior agresiva de unas potencias u otras, no se trata solo de la agresión en forma de confrontación bélica. Se trata de no separar la economía de la política y entender que la política exterior de cada país es la continuación de los intereses del mercado nacional y de los monopolios que operan en ese mercado. Es por este motivo por el cual la posición de los COSPAZ no es una posición en abstracto únicamente contra las guerras. Es una posición contra la guerra imperialista, puesto que el imperialismo, como fase superior y última del capitalismo, es el responsable de la proliferación de guerras de rapiña por el control de mercados, rutas comerciales, recursos naturales y zonas de influencia.
En todos los momentos agudos, difíciles o de confusión, ha sido la preocupación fundamental de las organizaciones obreras, examinar la situación objetivamente, con frialdad y espíritu crítico. Los COSPAZ, como organización obrera, quieren precisar bien el punto hacia el cual deben de ir dirigidos los esfuerzos de todos, para corregir una situación peligrosa, como es la posibilidad de una conflagración mundial. Existe un riesgo que es real de que todo el teatro de operaciones bélicas en Ucrania se contagie y estalle nuevamente en una confrontación mundial.
Los COSPAZ nacen con el objetivo de organizar a la clase obrera española no sólo en la solidaridad con los trabajadores y los pueblos que son víctimas de agresiones imperialistas, sino también, y fundamentalmente, en la lucha concreta contra las consecuencias de la implicación de nuestro país en las alianzas imperialistas como la Unión Europea y la OTAN.
El relato que la burguesía promueve, trata en lo posible de enmascarar ante los ojos de las masas populares, difundiendo en ellas el miedo y la amenaza, de la realidad de la implicación de nuestro país en multitud de injerencias en terceros países. Es necesario el establecimiento de una política exterior basada en la neutralidad, el respeto a la soberanía de los pueblos y la solidaridad de clase. Y para ello nuestro país debe de abandonar todas las alianzas imperialistas en las que participa.
A finales de este año se harán una serie de presentaciones públicas de los COSPAZ en varios lugares de Asturias, Cantabria y el País Vasco. Están todos invitados.
¡No a la guerra imperialista!